RADIO MISTERIO FM

miércoles, 25 de julio de 2012

La temida parálisis del sueño




La temida parálisis del sueño



La pesadilla por Henry Fuseli (1781)
La pesadilla o El íncuboes un cuadro del pintor suizo Johann Heinrich Füssli (1741 – 1825) que describe magistralmente el miedo de muchos: la inmovilidad en el sueño. Una mujer que duerme, un demonio que la domina y un tenebroso espectador (en este caso, un caballo de tinte fantasmal en el trasfondo) son los elementos más notorios del óleo con el que doy inicio a un tema que me impresiona desde la adolescencia.
De acuerdo a la terminología médica, la parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier movimiento muscular, que ocurre por lo general cuando se entra a la llamada fase de Movimientos Oculares Rápidos (MOR o REM por sus siglas en inglés). Es aquí, también en su mayor parte, cuando soñamos.
La inmovilidad es un mecanismo absolutamente normal que desarrolla nuestro organismo para evitar que escenifiquemos nuestros sueños. Por ejemplo, imagina qué pasaría si en sueños corres por una calle y tu cuerpo deja su estado de reposo para seguir dicha acción. Es simple. De esta manera se evita cualquier peligro para el individuo.

Sin embargo, muchas veces se registra una desincronización -la fase REM pasa de ser una de las últimas a la primera del sueño- que muchos expertos denominan parálisis del sueño aislada (PSA). En este estado continuamos con la inmovilidad casi absoluta, salvo por los ojos y dedos, pero estamos conscientes sobre nuestras camas. El episodio tiene lugar por lo general cuando empezamos a dormir o despertar y puede extenderse por algunos minutos, en algunos casos con repeticiones, y si bien no es tan difícil explicarlo, la experiencia puede resultar espantosa para muchas personas.
Testimonio de PSA

Mujer durmiendo por Gustave Courbet
Recuerdo que la primera vez que sufrí una PSA veía Kenan & Kel en mi habitación. Tenía 12 años. Era muy noche de un día como cualquier otro.
De repente no podía moverme, no podía gritar para alertar a mis padres. Tenía mucho miedo. Sentía que alguien oprimía con mucha fuerza mi pecho. La TV continuaba encendida y mi hermano dormía a unos pocos metros sin percatarse de mi problema.
Unos pocos minutos después recuperé el control de mi cuerpo. Había terminado el episodio, pero seguía aterrado y, quizá por cosa de los años o por vergüenza al qué pensarán, no se lo conté a nadie.
Desde entonces los “ataques”, como los empecé a llamar, no cesaron por muchos años. Por períodos de tiempo se presentaban todos los días y si bien a veces se marchaban por algunas semanas, retornaban con fuerza.
Son innumerables las experiencias que viví por ese entonces. Desde pasar de creer que todo era obra de demonios o duendes porque sentía una presencia en el dormitorio hasta responsabilizar a extraterrestres y secuestros nocturnos porque parecía que me llevaban o que flotaba. Llegaba a la noche con la clara idea de enfrentar nuevamente ese trance y no saber si saldría victorioso nuevamente. Siempre luchaba. Eso sí. Ahora sé que todo tiene una explicación y que no hay por qué preocuparse.
Alucinaciones en medio de la PSA
Las alucinaciones, como en mi caso, son comunes durante una parálisis del sueño por desarrollarse en la fase REM. En primer lugar, la idea básica es que seguimos en nuestra habitación, pero si observamos con atención podemos identificar algunas distorsiones.

Jason Jam
La gran parte de individuos que experimenta este “ataque” reporta que observa o siente a una persona a su lado, siendo muchas veces esta presencia, de acuerdo a los relatos, la que impone la opresión en el pecho y cuello o la que golpea y lastima al paciente. En muchas sociedades anglosajonas se denomina como “La vieja bruja” (Old Hag) a este presunto ser del más allá.
Sumado a la presencia, los afectados por la parálisis del sueño manifiestan que escuchan sonidos ininteligibles o voces enredadas o de otros idiomas. Cuando entienden el mensaje, aseguran que el visitante repite el nombre de la persona, pero a menudo amenazan, advierten, ordenan, piden ayuda o simplemente ríen. Además, afirman que llegan a ser tocados en las manos.
¿Por qué ocurre una PSA?
Para empezar, los pacientes con PSA no sufren de desordenes mentales. Un episodio de esta parasomnia -según se registra en la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño- se manifiesta en pacientes con narcolepsia u otros desordenes como son los trastornos de ansiedad, de bipolaridad, la depresión y el estrés postraumático. Asimismo, si el individuo tiene horarios de sueños fragmentados o irregulares es posible la aparición de parálisis.
¿Qué hacer?
Lo primordial es tranquilizarse porque el miedo solo prolongará el trance que en sí es temporal. Respire profundamente, mueva los ojos y dedos, intente realizar un movimiento brusco de alguna extremidad. Si logra salir del PSA, manténgase despierto por unos minutos más para evitar que se repita.
La parálisis del sueño es un fenómeno muy común, que se estima que entre el 50% y 60% de la población mundial sufre por lo menos una vez en la vida. Sin embargo, pese a estas evidencias un grueso de la población defiende las explicaciones que involucran a demonios y visitantes interplanetarios, tal como yo creía hasta hace unos años.
Aquí dejo un documental de Infinito sobre la parálisis del sueño con testimonios de varias personas.




Fuente: http://blog.rpp.com.pe/bizarre/

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