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lunes, 8 de octubre de 2012

Nobel de Medicina por conseguir células madre pluripotentes



El japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon han obtenido el Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 2012 "por el descubrimiento de que las células maduras pueden ser reprogramadas para volverse pluripotentes", según ha anunciado el Comité Nobel.
 
 
El japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon obtienen el Nobel de Medicina 2012 -Foto:
 
 
 
El británico John B. Gurdon y el japonés Shinya Yamanaka fueron hoy galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2012, anunció el Instituto Karolinska de Estocolmo.

Los dos científicos fueron premiados por descubrir cómo se puede "reprogramar" células maduras para que se "conviertan en células inmaduras capaces de transformarse en cualquier tipo de tejido", lo que "ha revolucionado" la comprensión científica de cómo "se desarrollan las células y los organismos".
"Reprogramando estas células humanas, los científicos han creado nuevas oportunidades para estudiar enfermedades y desarrollar métodos de diagnóstico y terapia", subraya la argumentación del premio.

Los portavoces del Instituto Karolinska explicaron que Gurdon descubrió en 1962 que la "especialización de las células es reversible", mientras que Yamanaka describió, 40 años después, cómo "células maduras intactas" podían ser "reprogramadas para convertirse en células madre".

"Este descubrimiento revolucionario ha cambiado completamente nuestra visión del desarrollo y la especialización celular. Ahora entendemos que las células maduras no tienen por qué quedar confinadas por siempre en su estado especializado", explicó el instituto.

El largo camino al Nobel
John B. Gurdon descubrió en 1962 que la especialización de las células es reversible. En un experimento clásico, reemplazó el núcleo del óvulo de una rana por el núcleo de una célula madura del intestino. Este óvulo modificado creció y dio lugar a un renacuajo normal, lo que indicaba que el ADN de una célula madura todavía contenía toda la información necesaria para el desarrolo de cualquier célula.
Cuarenta años después, en 2006, Shinya Yamanaka descubrió cómo células maduras de ratón podían ser reprogramadas para convertirse en células madre inmaduras. Para su sorpresa, introduciendo solo unos cuantos genes, podía reprogramar células maduras y convertirlas en células madres pluripotentes, es decir, que pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo.
Estos descubrimientos cambiaron por completo la visión sobre el desarrollo y la especialización celular. Mediante la reprogramación de células humanas, los científicos han desarrollado nuevos caminos para estudiar enfermedades y crear métodos de diagnóstico y terapia.
Todos nosotros nos desarrollamos a partir de un óvulo fertilizado. Durante los primeros días después de la concepción, el embrión consiste en una serie de células inmaduras capaces de convertirse en cualquier célula de cualquier parte del cuerpo. Estas células se conocen como células troncales pluripotentes y con el tiempo darán lugar a neuronas, células del hígado o del músculo, por ejemplo. Este viaje desde la inmadurez a la especialización se consideraba unidireccional y que no tenía vuelta atrás hasta que el descubrimiento de John B. Gurdon puso todo en cuestión.
Aunque su descubrimiento fue tomado con escepticismo, con el tiempo dio lugar a las técnicas que permitieron la clonación de los primeros animales. Su descubrimiento mostró al mundo que el núcleo de una célula adulta especializada podía volver atrás y convertirse de nuevo en pluripotente, como las primeras células del embrión. Pero este experimento requería extraer el núcleo de una célula e introducirlo en otra. La cuestión era: ¿sería posible conseguir revertir el proceso dejando una célula intacta?
La respuesta tuvo que esperar 40 años, cuando Shinya Yamanaka empezó a investigar las células madre embrionarias aisladas en el laboratorio. Estas células fueron aisladas en ratones por primera vez por Martin Evans (premio Nobel en 2007) y Yamanaka trató de identificar qué genes las mantenían como inmaduras. Cuando identificó algunos de estos genes, probó si estas secuencias podían reprogramar una célula adulta y convertirla en una célula pluripotencial.
Yamanaka y sus colaboradores introdujeron estos genes, en diferentes combinaciones, en células maduras del tejido conectivo, fibroblastos, y examinaron los resultados al microscopio. Finalmente encontraron una combinación que funcionaba y la receta era sorprendentemente simple. Introduciendo cuatro genes juntos, podían reprogramar sus fibroblastos y convertirlos en células madre inmaduras.
Este nuevo tipo de células madre inducidas (iPS) pueden convertirse en cualquier célula del organismo y han supuesto un salto cualitativo en la investigación biomédica. Extrayendo células de la piel de un paciente, por ejemplo, los médicos pueden reprogramarlas y compararlas con las células de pacientes sanos para ver en qué difieren y ofrecer un diagnóstico.



Fuente: http://www.lainformacion.com/

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