Descubren una hormona que
podría revolucionar el tratamiento de la diabetes
Tratar la diabetes tipo 2 con una inyección
semanal, mensual o, en el mejor de los casos, incluso anual, podría ser
factible en el futuro, tal vez no muy lejano, de acuerdo con un
trabajo publicado en la revista Cell, en el que se detalla el descubrimiento de una
hormona llamada betatrofina, por la que ya se han interesado
algunos laboratorios.
Esta molécula hace que las células del páncreas que
producen de insulina se reproduzcan a un ritmo 30 veces superior a lo normal.
Es también la que hace que las mujeres gestantes puedan hacer frente a la mayor
demanda de glucosa durante el embarazo. Los investigadores creen que también
podría tener un papel importante en el tratamiento de la diabetes de tipo 1 o
juvenil.
La investigación que ha llevado a este
descubrimiento ha sido desarrollada en el Instituto de Células Madre de
Harvad y está financiado con fondos federales estadounidenses. El
descubrimiento se ha llevado a cabo en ratones, pero dado que esta
hormona está presente también en humanos su descubrimiento genera
importantes expectativas a la hora de mejorar el tratamiento de la diabetes. Las
nuevas células beta del páncreas formadas por efecto de la beatrofina sólo
producen insulina cuando el organismo lo demanda, con lo que tienen la
ventaja de regular de forma natural el metabolismo de la glucosa.
Los investigadores que han llevado a cabo el
descubrimiento, Doug Melton y Peng Yi, advierten que queda mucho camino
por recorrer antes de que su hallazgo pueda utilizarse para el
tratamiento de la diabetes, lo cierto es que ya tienen un acuerdo de colaboración
con Evotec, una empresa de biotecnología alemana que tiene 15 científicos
trabajando en la nueva hormona betatrofina, y Janssen
Pharmaceuticals, una compañía de Johnson & Johnson, ha adquirido la
licencia del compuesto y también tiene científicos que trabajan para avanzar
hacia la clínica.
Este gran interés podría hacer que, si todo va bien,
los ensayos clínicos empezaran en un plazo de 3 a 5 años, un tiempo extremadamente
corto en el curso normal de desarrollo y descubrimiento de fármacos, señala
Melton.
Implicación
personal
Como suele ocurrir con frecuencia en ciencia, el
azar y la necesidad han ayudado también en este descubrimiento. Durante más de
15 años, el trabajo de Melton se ha centrado en el estudio de la
diabetes tipo 1 o juvenil, después de que se la diagnosticaran a su hijo y
posteriormente a su hija. “Nos preguntamos qué pasa cuando un animal no tiene
suficiente insulina. Tuvimos la suerte de encontrar este nuevo gen que en gran
parte había pasado desapercibido antes”, explica Melton.
Unas preguntas, resalta el investigador, que han
podido hacerse y contestar gracias a que han contado con la suficiente
financiación por parte de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU. Un
ejemplo de que los científicos con suficientes recursos, pueden hacerse
preguntas y buscar las respuestas, algo que cae dentro de lo que se denomina
investigación básica, a la que tantos recursos se escatiman últimamente.
"Si no fuera por la financiación
federal a la investigación en ciencia básica, no habría betatropina",
destaca el investigador, que había presentado una propuesta para la
"búsqueda de genes y compuestos que causan replicación de las células
beta". Su proyecto fue aceptado por los Institutos Nacionales de Salud y
ha recibido fondos federales que cubren el 80 por ciento de los gastos.
FUENTE: http://abc.es/
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