Abejas entrenadas serán
capaces de encontrar minas en Croacia
Abejas
en la colmena
Cuando Croacia entre en la Unión Europea el
próximo 1 de julio traerá consigo numerosos campos de minas que
siguen sin ser despejados desde la Guerra de los Balcanes en la
década de 1990.
En el año 2004, Mirjana Filipovic perdió a su
novio por la explosión de una mina terrestre que mató a su novio y le
arrancó la pierna izquierda durante un viaje de pesca a un río entre
Croacia y Bosnia. La zona aparecía como territorio despejado de minas.
Para que casos como los de Filipovic no vuelvan a
ocurrir, un profesor del Zagreb, Nikola Kezic, ha ideado una nueva fórmula para
desminar sin peligro utilizando a abejas entrenadas para detectar los
explosivos enterrados. A través del olfato, la idea principal del proyecto es
conseguir los insectos relacionen el olor de su comidad con el del TNT.
“Nuestra conclusión básica es que las abejas pueden
detectar claramente este objetivo, y estamos muy satisfechos”, dijo Kezic, que
lleva una parte de un programa de varios millones de euros llamado
“Tiramisu” y patrocinado por la Unión Europea para detectar minas
terrestres en el continente.
Se crean varios puntos de alimentación, pero sólo
unos pocos tienen partículas de TNT en ellos. El método de
entrenamiento de las abejas mediante la identificación del olor de los
explosivos con los alimentos que consumen parece funcionar: las abejas
recolectan principalmente en las macetas que contiene una solución de azúcar
mezclado con TNT, y no los que tienen un olor diferente.
“No es un problema para una abeja aprender el olor
de un explosivo, que luego se puede buscar”, dijo Kezic. “Usted puede entrenar
a una abeja, pero la formación de su colonia de miles se convierte en un
problema”.
La principal ventaja en la utilización de abejas
para este fin es que su rastro es casi invisible. Las ratas y
los perros también se utilizan para detectar explosivos en todo el mundo, pero
a diferencia de las abejas, estos podrían desencadenar explosiones en los
campos de minas a causa de su peso.
Se calcula que unos 750 kilómetros cuadrados de
territorio croata, sobretodo la zona boscosa del país, siguen albergando minas
enterradas y se estima que desde el inicio de la guerra de los Balcanes en
1991, cerca de 2.500 personas han muerto por la explosión de minas terrestres.
Durante la guerra de cuatro años, alrededor de 90.000 minas fueron
colocadas en todo el país, sobre todo al azar y sin ningún plan o mapas
existentes.
FUENTE: http://www.maestroviejo.wordpress.com/
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